viernes, 25 de septiembre de 2009

El desarrollo de la autoestima

El desarrollo de la autoestima promueve el crecimiento de las personas, pues provoca cambios y superación de la persona, indica de manera directa como se siente la persona en relación con el si mismo que percibe. Refleja el nivel de autosatisfacción o aceptación; se relaciona con algunas imágenes especificas que el sujeto identificara como deseables o no deseables con base a su experiencia, considerándola como positiva o negativa, probándola o rechazándola de acuerdo con la propia percepción de si mismo.




El problema de la autoestima esta en la capacidad humana de juicio, el juzgarse y rechazarse a si mismo produce un enorme dolor, dañando considerablemente las estructuras psicológicas de la persona.

Este tema ha despertado sumo interés en los estudiosos de la conducta humana, y diferentes comentaristas; hay diversos escritos sobre el mismo enfocando diversidad de matices como la calidad total, los valores, el existo, la personalidad, la competencia, el auto-aprecio, se han vinculado con la salud mental a largo plazo y con el equilibrio emocional, ya que los individuos cuya autoestima no se ha desarrollado lo suficiente, manifiestan síntomas psicosomáticos de variada índole.

La auto evaluación en la madurez.

La auto evaluación en la madurez.




“ ¿es cierto que llagados a los treinta y tantos nos evaluamos con la intención de encontrar la suma de éxitos y fracasos que harán de nuestra autoestima un bien o una carga?.”



Uno de los principales factores que diferencian al ser humano de los animales es la conciencia de si mismo; la capacidad de establecer una identidad y darle un valor, la capacidad de definir quien eres luego decidir si te gusta o no tu identidad.

La autoestima es esencial para la supervivencia psicológica; es el concepto que el ser humano posee de su propia y personal valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida; creemos que somos listos o tontos; nos sentimos antipáticos o graciosos; nos gustamos o no. Las múltiples impresiones, evaluaciones y experiencias así reunidos se funden en un sentimiento positivo hacia nosotros mismos o por el contrario en un incomodo sentimiento de no ser lo que esperábamos.