miércoles, 26 de agosto de 2009

Sobre la libertad

Prologo

“quedo completa y absolutamente cautivado por la sencillez, la espiritualidad y la pureza de la naturaleza del ser humano original, que intuyo en mi y en otros”

Después de indagar en mi propia conciencia y alma durante mucho tiempo, después de muchas noches de confusión y angustia existen cada vez, más momentos en donde emerjo como un espíritu libre y renunció a mi papel de “ hombre civilizado ”, “Gurú del salvaje y del ignorante” o “Maestro consabido”. Disuelvo y abandonó todo cuanto he aprendido y solo me quedo con las palabras necesarias para expresarme. Desde ese momento aspiro a ayudarme a mí y a muchos otros a dejar a un lado el condicionamiento social que nos impide encontrar la libertad”.

Libertad, eso es todo cuanto necesito y ambiciono en esta vida, la libertad primigenia, la única verdadera libertad que nos unifica y nos realiza fuera de todo clasismo, socio-político y religioso, de todo concepto o idea de la “mente civilizada”

“hoy siento que no hay método ninguno con el que se pueda llegar a ser libre. La libertad de la que hablo no es libertad de expresión o libertad económica ni libertad religiosa. Ninguna de estas libertades es capaz de llevarnos a la espiritualidad. Las formas en las que el hombre ha intentado ser libre solo son una causa de esclavitud tanto como cualquier sistema establecido. Sólo nos pueden ofrecer un sucedáneo de la verdadera libertad. Para andar libres tenemos que deshacernos de todas las muletas. Las ideas convertidas en religiones, en partidos políticos no son más que los intereses creados por organizaciones lideradas, todas ellas por acérrimos hombres a veces equivocados con buena fe, pero estas organizaciones actúan separando y dividiendo a las personas ,todas estas organizaciones se basan esencialmente en el miedo sean estas del tipo que sean. Cuando comprendemos esto, cuando lo vemos claro, como la luz del día, si es así, entonces no podemos pertenecer a ningún sistema creado por la”mente civilizada” pues si perteneciera a ellas no podría recuperar la sencillez, la espiritualidad y la pureza de la naturaleza del ser humano original, que intuyo en mi y en otros.

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