domingo, 13 de septiembre de 2009

Coreografía Familiar

La familia es un sistema relacional que supera a sus miembros individuales y los articula entre sí. Se compara a la familia con un servomecanismo dotado de un regulador.
Teniendo en cuenta a la 1ra ley de las relaciones humanas, cuando una persona señala un cambio con relación a otra, ésta actuará sobre aquella a fin de mitificar y modificar el cambio.
La familia como sistema cerrado de información es un sistema en el que las variaciones de rendimientos y conducta son alimentación a fin de corregir la respuesta del tema.
Para existir como sistema abierto la familia necesita jefes que permitan cambiar libre y directamente con claridad y de una manera adecuada. La capacidad para la expansión y desarrollo se necesita para tres cambios consustanciales a la naturaleza de la vida y al modus vivendi; ellos son:
1. Cambios de casa miembro, por ejemplo, cambios de ocurren entre el nacimiento y la madurez en el concepto y uso de la autoridad, independencia, sexualidad y productividad.
2. Cambios entre los miembros de la familia; por ejemplo, ente los adultos y un niño desde el nacimiento a la madurez, entre el marido y mujer antes y después de tener un hijo, la enfermedad o lesiones de uno de los esposos o la edad avanzada de ambos.
3. Cambios determinados por factores sociales; por ejemplo: un trabajo, colegio, vecindad, país o nuevas leyes.

Si es sistema familiar es cerrado, la familia manejará estos cambios inevitables de manera que no alteran su status quo, negándoles y por lo tanto distorsionándolos.
Esto crea una discrepancia entre la presencia del cambio y el reconocimiento del mismo presentando un dilema que ha de solucionarse para que pueda normalizar se vida y las relaciones con sus parientes.
Como al cambio hay que hacerle frente, un sistema familiar que no tenga vías funcionales para asmililarlo quiere decir que estas vías están distorsionadas. Hablando en términos generales, un sistema cuyos directores ven el presente en término de pasado, es un sistema disfuncional.
Si los directores son capaces de vivir en el presente, este sistema será funcional. La familia disfuncional cuando se enfrenta al cambio, produce síntomas. Al síntoma se lo ve como una información acerca del individuo que la tiene, de su familia y de las reglas que la rigen. Para comprender el síntoma se debe comprender no sólo al portador del mismo, sino también a la familia y al sistema familiar.
La familia es un sistema en el que al cambio de una parte del mismo le siguen cambios compensatorios en otra parte del sistema. Esto caracteriza al proceso de crecimiento del individuo cuanto a la continua reorganización del sistema familia en el curso del ciclo vital.
La familia de se puede considerar como un sistema en transformación constante que evoluciona en virtud de su capacidad de perder propia estabilidad y de recuperarla después, reorganizándole sobre bases nuevas.
En su carácter de sistema abierto nos permite individualizar dos fuentes de cambio; una interior que se sitúa en sus miembros y en las exigencias mismas de su ciclo vital y otra exterior, originada por las demandas sociales. Los estímulos interiores y exteriores de cambio obligan a renegociar de continuo la definición de las funciones de interacción y a rever, por lo tanto el nexo mismo entre la cohesión y crecimiento individual.
En los casos en que la familia es demasiado “enmarañada” (es decir que carece de la suficiente diferenciación de sus componentes) o “desacoplada” (que le falta la suficiente conexión entre sus componentes), se predice la aparición de patologías. Así como en la coreografía de un ballet, “todos los practicantes se conducen de una manera determinada para mantener la continuidad de la secuencia”, esta explicación puede ser aplicada a las familias.
Cada familia acuña su propia coreografía sobre la base argumental de sus propias creencias, mitos y prejuicios. Sin embargo, a veces la secuencia de sucesos son “organizadores de problemas”.
Tomemos como ejemplo esta secuencia:
Puede ocurrir que la familia defina el problema como berrinches del hijo y las escenas coreográficas tiene estas repeticiones: la madre se admite incompetente para ponerle límites a su hijo, éste intensifica sus berrinches; el padre recrimina a la madre por su incompetencia.

El círculo que recicla el ciclo es el siguiente:
+ Incompetente es la madre
+ Berrinche el chico
+ Berrinche el chico
+ Recrimina el padre
+ Recrimina el padre
+ Incompetente se torna la madre

El objetivo terapéutico será incumplir estas pautas de organización. Este caso se analiza como “jerarquía con funcionamiento defectuoso” porque la madre y el padre no se relacionan entre sí como pares en un rol ejecutivo.
La jerarquización nítida está muy bien expresada en un antiguo adagio chino que dice:
“Cuando el padre es de verdad un padre, y el hijo el hijo, cuando el hermano mayor en hermano mayor y el hermano menor es esto mismo, cuando el esposo es esposo y es esposa la esposa, la casa anda por derecha senda. Si la casa están en orden, el mundo sigue un curso firme”

¡Que saludable sería el análisis minucioso de las corografías de nuestras respectivas familias!

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